Cómo cambiar una bañera por un plato de ducha
Cómo cambiar una bañera por un plato de ducha: sin duda, una de las mejores soluciones para ganar espacio en el baño es cambiar la bañera por un plato de ducha. De hecho, se trata de uno de los cambios más habituales en aquellas viviendas en las que hay niños pequeños o personas con movilidad reducida. Pero no solamente se hace por una cuestión de funcionalidad, sino que, además, los platos de ducha son estéticamente más elegantes, llamativos y fáciles de limpiar.
La cuestión es que este tipo de trabajos deben realizarse cuidadosamente, ya que, además de tener que elegir la grifería, los accesorios y la mampara de ducha, conllevan una serie de procedimientos que requieren de tiempo. Por eso, es recomendable contar con asesoría especializada para evitar contratiempos.
Cómo cambiar una bañera por un plato de ducha: ventajas del cambio
Cambiar la bañera por un plato de ducha proporciona múltiples ventajas, por lo que cada vez son más personas las que deciden renovar su baño:
- Segura y accesible: permite salir y entrar con mayor facilidad. Incluso hay diseños que pueden colocarse a ras del suelo o con un grosor más fino de 3 cm, eliminando de esta forma cualquier escalón que pueda suponer un obstáculo. Pero, además, esto hace que resulte más segura, evitando uno de los accidentes domésticos más habituales, que son las caídas en la ducha.
- Más espacio en el baño: las bañeras ocupan más espacio que los platos de ducha, lo que resulta poco práctico, sobre todo en los años pequeños. Incluso si se reemplaza usando el mismo espacio de la bañera, conseguiremos ganar sensación de amplitud.
- Facilidad de limpieza: limpiar un plato de ducha es mucho más fácil, ya que las superficie es plana y, normalmente, más pequeña.
- Ahorro de consumo de agua: en un baño se gastan alrededor de 200 litros de agua, mientras que en una ducha solamente 80 litros. Con lo cual, el ahorro de agua es considerable. De esta forma, no solamente podemos reducir el gasto en la factura, sino que además estaremos contribuyendo con el medio ambiente.
- Modelos para todos los gustos: en el mercado podemos encontrar una amplia oferta de modelos de platos de ducha que se ajustan perfectamente a todos los estilos decorativos, espacios y presupuestos.
Cómo cambiar una bañera por un plato de ducha: pasos a seguir
Antes de empezar el proyecto, es importante que tomes medidas en el área de la bañera para saber cuál es el tamaño del plato de ducha que vamos a instalar. Es conveniente dejar al menos unos centímetros a cada lado para colocar los azulejos y sellar las juntas. Por eso, a continuación te traemos una guía detallada sobre cómo cambiar una bañera por un plato de ducha.
- Quitar la grifería y retirar la bañera: lo primero que hay que hacer es cortar el agua y vaciar las tuberías. De esta forma, podrás trabajar con mayor facilidad. Luego, con la ayuda de un martillo, habrá que ir retirando los azulejos que recubren la bañera y los que se encuentran adosados a la pared de atrás si los hubiera. No olvides trabajar siempre con gafas y guantes de seguridad, ya que algunos escombros pueden cortar y ser peligrosos. Después, procede a retirar la bañera y los escombros del baño para poder trabajar sin obstáculos.
- Preparar la superficie y el desagüe: si vas a dejar el desagüe y las tuberías en el mismo lugar, no necesitarás reubicarlos. Entonces, podrás proceder a limpiar el desagüe de la antigua bañera. La idea es que lo aproveches para colocarlo junto al plato de ducha y, de esta forma, reducir los gastos de la reforma. Luego debe taparse muy bien con un paño para que no se estropee con los escombros. Para poner el suelo de la ducha, tendrás que nivelar la superficie empleando una mezcla de mortero, que tiene que repartirse de manera homogénea y extendida. Para ello, es recomendable utilizar una llana y un nivel. Es recomendable que dejes como mínimo 2 cm de caída hacia el desagüe para que el agua no se quede estancada y dificulte la salida.
- Unir el desagüe con el nuevo plato de ducha: es necesario medir el espacio en el que va a estar el desagüe del plato de ducha para que encaje con el que ya tenemos. Para que las piezas queden firmes en su lugar, puede usarse un adaptador o un codo. Luego, instala el plato de ducha y fíjalo muy bien siguiendo las indicaciones del fabricante. Lo ideal es que el acabado sea lo más natural posible. Después, instala la grifería y comprueba que la conexión de las válvulas esté bien para evitar fugas o goteos de agua. Luego, coloca los azulejos en la pared de la ducha, usando una mezcla de lechada sin arena. Recuerda que el plato de ducha que elijas tiene que tener la medida adecuada para el espacio y comprarlo aparte, ya que las duchas de obra, a la larga, suelen terminar dando problemas debido a los desagües y los desniveles.
- Coloca una mampara a medida: por último, hay que elegir la mampara de ducha que vaya tanto con las medidas como con el estilo de tu baño. A la hora de elegir, es muy importante asegurarse de si el plato debe quedar a ras del suelo o unos centímetros por encima, ya que los fabricantes de mamparas tienen que ajustar la medidas y las piezas de la mampara al plato de ducha.